Es un Sistema pedagógico que nace en el Colegio Santa María la Blanca, buscando dar respuesta a la misión de la Fundación Iruaritz Lezama en su compromiso por desarrollar un modelo educativo que implique una mejora sistémica de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la educación escolar.
Este sistema ha sido desarrollado en las aulas del colegio, gracias al compromiso de toda la comunidad educativa, y a través de un proceso constante de investigación – acción.
El sistema Ebi es un sistema o método pedagógico basado en la personalización de la enseñanza que busca como punto de partida la comprensión de las motivaciones, conocimientos y habilidades de cada alumno para lograr en cada uno de ellos un aprendizaje significativo, es decir, con un sentido y significado personal, y un crecimiento que desarrolle el máximo potencial de cada uno.
En el Sistema Ebi no se entiende la personalización como un conjunto de recetas individuales para diseñar una educación a la carta sino como un camino para que cada alumno encuentre SENTIDO PERSONAL al aprendizaje. La personalización permite al aprendiz dotar de sentido personal a los contenidos, pues implica un aprendizaje que ayuda al alumno a entenderse mejor, a comprender su historia, a proyectarse en un futuro y a comprender y poder actuar en su realidad.
El sistema Ebi está definido por DOS CRITERIOS y CUATRO PRINCIPIOS, a través de los cuales quiere facilitar un aprendizaje significativo y el desarrollo de las competencias clave del sistema (Competencia personal y social, competencia para el aprendizaje autónomo, competencia digital, competencia comunicativa, competencia científica y competencia cultural y artística)
Los DOS CRITERIOS son los siguientes:
1- Todo acto educativo debe COMPRENDER el PERFIL DE APRENDIZAJE de cada alumno. Cada persona nos definimos por una forma de aprender personal: motivaciones, intereses, estilos, inteligencias…; al conocer a cada alumno y ayudarle a conocerse, tenemos más capacidad de ofrecer diferentes alternativas que amplíen la posibilidad de atribuir un sentido personal al aprendizaje.
2- Todo acto educativo debe facilitar la CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES SIGNIFICATIVAS.
En el aprendizaje escolar es clave establecer la diferencia entre lo que un alumno puede hacer y aprender por sí mismo y lo que es capaz de hacer y aprender en la relación con otros, ya sea el profesor, sus compañeros u otro miembros de la comunidad educativa o del entorno. Esta diferencia es el motor del aprendizaje en la escuela, sin un vínculo personal y de calidad entre el docente y el alumno o entre los alumnos, sin la construcción de puentes y redes que faciliten experiencia en el entorno con otros agentes educativos, es más difícil que el alumno sienta lo que aprende y pueda encontrar su sentido personal al proceso.
En el sistema Ebi se construyen relaciones significativas a través de encuentros 1 a 1, equipos cooperativos y experiencias en el entorno.
Este sistema de personalización además se fundamenta en CUATRO PRINCIPIOS:
– Planificación centrada en el alumno
– Fortalecimiento de la identidad docente
– Construcción de una comunidad de aprendizaje
– Transformación del curriculum
Al servicio de estos dos criterios y cuatro principios diseñamos y desarrollamos numerosas herramientas pedagógicas como son los grupos coloquiales, los rincones Ebi, los centros de aprendizaje, padrinos de lectura, guías de aprendizaje y citas de seguimiento, que están teniendo como resultado un aprendizaje más significativo, una mayor capacidad de nuestros alumnos para responsabilizarse de su proceso y un clima afectivo que favorece competencias sociales y personales, lo que en definitiva les prepara para un futuro lleno de retos.
La personalización es un marco pedagógico que necesariamente debe ir adaptándose en sus herramientas a cada etapa educativa. El sistema Ebi propone que cada etapa establezca de forma gradual sus propias expectativas para garantizar que criterios, principios y competencias se desarrollen.
Esta definición por etapas, que llamamos horizonte de expectativas, debe garantizar una trazabilidad del sistema a lo largo de la vida escolar de un niño por lo que es imprescindible la coordinación interetapa. El horizonte de expectativas de cada etapa se materializa a través de diversas herramientas de personalización que favorecen que cada alumno encuentre SENTIDO PERSONAL al aprendizaje.
CONTACTO:
Oihana Llovet Díaz
Directora de Innovación
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