El pasado miércoles 5 de marzo, celebramos la imposición de la ceniza, marcando el inicio de la Cuaresma, un tiempo especial de preparación para la Pascua. Con esta liturgia, comenzamos nuestro camino hacia la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Durante estos 40 días, invitamos a nuestras familias a emprender un viaje espiritual de reflexión, oración y renovación. La imposición de la ceniza nos recuerda la oportunidad de renovarnos y acercarnos más a Dios, abriéndonos a su amor y gracia.

La Cuaresma es un tiempo para practicar el ayuno y la abstinencia, no solo de alimentos, como el ayuno de carne, sino también de otros aspectos de nuestra vida cotidiana, como el uso excesivo de la tecnología o pequeños placeres diarios. Este tiempo nos invita a fortalecer nuestra voluntad y a vivir de manera más centrada en lo espiritual.

Que este tiempo de preparación nos lleve a vivir una experiencia más profunda de la gracia y la alegría que nos aguarda en la celebración de la Resurrección de nuestro Señor.