Iranzu, tutora de Secundaria: “La mejor arma contra el bullying es la prevención”
noviembre 19, 2023 2024-10-08 10:47Iranzu, tutora de Secundaria: “La mejor arma contra el bullying es la prevención”
En nuestro afán por conocer a fondo el Santa María la Blanca, entrevistamos a la psicóloga y tutora de Secundaria Iranzu Arellano, quien nos ilustra sobre cómo combatir el bullying y los procesos que se llevan a cabo en nuestro Colegio para garantizar el bienestar de todos nuestros alumnos.
P: ¿Qué formación tiene una tutora del Santa María la Blanca?
R: Yo, en concreto, soy licenciada en psicología y he realizado diversos másteres en torno a la educación y la psicología integradora. Específicamente he cursado un máster en psicología clínica cognitivo conductual, un máster en psicoterapia integradora humanista, un máster del profesorado y un máster en atención temprana.
P: ¿Cómo podríamos definir el bullying exactamente?
R: Se trata de una situación de daño psicológico o físico sufrida por un alumno, a manos de otro u otros compañeros que en una posición de superioridad actúan de forma repetitiva y continuada en el tiempo.
P: ¿Cómo se puede detectar esta situación?
R: La mejor arma contra el bullying es la prevención. Y eso se consigue desarrollando acciones preventivas en las que se involucre a toda la comunidad educativa. Por desgracia, sabemos que el maltrato entre iguales existe: es una realidad de nuestra sociedad.
Aunque, en ciertas ocasiones, los alumnos que acosan a otro son conscientes de lo que hacen, otras muchas no lo son, pues normalizan conductas inadecuadas que pueden hacerle daño a otros y a ellos mismos. Para detectar este tipo de conductas, cuanto mayor implicación y sensibilización de toda la comunidad escolar y de las familias, mejor.
P: ¿Qué programas o actuaciones prevé el Santa María la Blanca para evitar el bullying?
R: Por ejemplo, el curso pasado comenzamos con un Plan de Valores en el que se dedicaban sesiones bimensuales al desarrollo de valores como la tolerancia, la empatía o el respeto, que son fundamentales para la detección precoz.
Otras de las acciones que llevamos a cabo en Santa María la Blanca para detectar posibles situaciones de acoso son:
- Programa Alumno-Ayudante en el que el alumnado colabora en la detección de situaciones de problemas de convivencia.
- Citas de seguimiento de los tutores con los alumnos.
- Aplicación del cuestionario sociescuela al alumnado.
- Comunicación y colaboración con las familias.
- Reuniones de claustro del profesorado.
P: ¿Cómo se aplicarían estas acciones en un caso real?
R: Por ejemplo, el curso pasado el equipo docente detectó que una alumna estaba triste y apagada en clase y lo pusieron en conocimiento de la tutora, la cual habló con la alumna y con su familia. Ellos pusieron de manifiesto que estaba viviendo situaciones incómodas dentro del aula a manos de sus compañeros.
Tras la apertura del protocolo de valoración de indicios de acoso, los resultados arrojaron que, pese a no existir indicios suficientes para determinar acoso, sí que existían conductas inadecuadas y dañinas que debían ser frenadas de inmediato.
A partir de ahí se desarrollaron acciones destinadas a la sensibilización de las familias y alumnos, tanto los implicados como el resto de ellos, y una labor de acompañamiento de la alumna que se sentía incómoda.
Algunas de ellas fueron: aplicación del test Sociescuela, cambiar de sitio a la alumna en el aula, seguimiento y observación de las conductas de los supuestos agresores (tanto por parte de las familias, como del profesorado), se puso conocimiento del equipo de Alumno-Ayudante, desarrollamos un plan de intervención con cada uno de estos alumnos de cara a sensibilizar y frenar estos comportamientos que incluía tutorías grupales e individuales…
En cuanto a las familias, se trató de tener una comunicación constante con ellas para sensibilizarlas y realizar un seguimiento a las familias de los alumnos cuyas conductas estaban provocando daño y a la de la víctima.
P: ¿Cuál fue el resultado de estas actuaciones?
R: La evolución de la alumna al cabo de unas semanas fue muy notable: comenzó a cambiar positivamente su actitud, a mostrarse más alegre y tranquila. Cambió hasta su postura corporal y comenzó a participar en clase y a hacer nuevos amigos, algo que hasta el momento no había sucedido.Ahora, un año más tarde, la alumna sigue feliz, ha hecho amigos nuevos que la apoyan y confía en ellos.
Una parte fundamental en este caso fue la detección precoz y la sensibilización a alumnos y familias, pues, algunos de los supuestos acosadores no eran conscientes del daño que estaban haciendo y habían normalizado las conductas dañinas, tanto ellos, como los testigos. Por ello, tras la implementación de estas acciones, no solo la alumna implicada se vio beneficiada, sino cada uno de los componentes del grupo.
P: ¿Si ninguno de los protocolos de prevención detectase un antecedente de acoso, cómo actuaría el Colegio?
R: Aunque es complicado que se dé esa situación debido a la exhaustiva prevención que realizamos, tenemos vías de actuación que seguir en ese caso. Por un lado se abre el protocolo de valoración de indicios de acoso, se entrevista tanto a los alumnos implicados como a diferentes testigos y se comunica a las familias implicadas, de las que es imprescindible su colaboración.
Por otro lado, se desarrollan acciones como:
- Sesiones de tutoría de sensibilización con el grupo clase.
- Aplicación de medidas sancionadoras.
- Administración de cuestionarios de convivencia.
- Seguimiento por el equipo docente en general y el departamento de orientación y tutoría en particular tanto de la posible víctima como de los posibles acosadores.
- Formación a padres y alumnos tanto externa como interna al colegio.
- Comunicación continuada con las familias.
P: ¿Crees que el bullying sigue siendo un tema tabú?
R: Más que un tema tabú creo que hay un problema de conciencia social. Afortunadamente, los casos en los que se detecta bullying con todas las letras son muy pocos. Sin embargo, sí que hay muchas conductas que conscientemente o no, provocan daño y que los alumnos normalizan porque las viven a diario. Es como si estuvieran acostumbrados a tratarse mal: se insultan en broma, se ríen del que expresa sus emociones o se dan collejas para saludarse.
P: ¿Qué vías de mejora hay de cara al futuro?
R: Sin duda, una vía es la concienciación y formación a toda la comunidad educativa para que se deje de normalizar aquellos comportamientos que pueden hacer daño a otros y sobre todo, que si vemos alguno de estos comportamientos se deje de mirar para otro lado y el alumnado sea capaz de dejar de ser testigo para ser parte activa en el freno.
Por otro lado, la formación en gestión emocional y en habilidades sociales o de comunicación ayudaría también a que los potenciales acosadores desarrollen las herramientas necesarias para no tener que llegar a la violencia en ningún caso.
Al final, la violencia es una manifestación de algo más que le está ocurriendo a un alumno, es su forma de expresar que algo no va bien, y como no sabe gestionarlo, actúa de esta manera, errónea y torpe, pero la que tiene para gestionar su malestar.