El pasado 9 de mayo, el Auditorio Plácido Domingo se vistió de gala para celebrar uno de los eventos más esperados del año: la Gala Anual del Instituto de Artes Escénicas (InArtEs). En una velada llena de emoción, arte y gratitud, la comunidad educativa Santa María la Blanca celebró los logros de sus alumnos, el crecimiento imparable de un proyecto que va mucho más allá de la formación artística y la consolidación de InArtEs como un referente en la educación y la producción cultural en Madrid.

La noche comenzó con un sentido homenaje a los impulsores del Instituto: D. Luis Lezama, cuyo legado sigue inspirando a nuevas generaciones; y los actuales directores Joaquín Martínez y Jon Urrutia, piezas clave en la consolidación de este sueño hecho realidad. Tras unas palabras llenas de emoción, el escenario fue cobrando vida con actuaciones de música, danza y teatro, en una muestra de todo lo que se vive cada día dentro de este espacio único de formación y creación.

La gala sirvió también como escenario de celebración para los más de 12.000 espectadores que han pasado por el Auditorio esta temporada, con 25 producciones diferentes y más de tres estrenos originales. Títulos como Disney, el Musical, Oriental Express, La flauta mágica o Los Vengadores han demostrado que el arte que se produce en InArtEs tiene una calidad y una energía que emocionan y transforman.

Uno de los momentos más destacados de la velada fue la despedida de la primera promoción de alumnos que finaliza sus estudios. Con aplausos largos y sentidos, se reconoció el trabajo, la constancia y la pasión de unos jóvenes que no solo han crecido como artistas, sino también como personas, dejando huella y abriendo camino para los que vendrán.

También se recordó con entusiasmo el éxito del Festival MUSA, que en su décima edición pretende reunir a más de dos mil familias en una programación diversa: concursos de solistas, danza y teatro; las mágicas Noches del MUSA con jazz y flamenco al aire libre; y el Campus de Artes Escénicas que cierra cada curso con alegría y creatividad desbordante.

La gala concluyó con un mensaje esperanzador: el Instituto de Artes Escénicas sigue creciendo, con la mirada puesta en nuevas enseñanzas profesionales y en la consolidación de sus agrupaciones escénicas como plataformas reales de inserción laboral. Un proyecto educativo que se sale de los márgenes de lo convencional, demostrando que la educación, cuando se hace con alma, puede cambiar vidas.

Sin duda, una noche inolvidable que confirma que en InArtEs, el arte no solo se enseña, se vive.